En el Hospital Kitano de Osaka (Japón), investigadores están trabajando en un revolucionario fármaco que podría convertir la pérdida de dientes en un mal del pasado. Este medicamento, si supera los ensayos clínicos en humanos, podría estar disponible en el mercado para el año 2030. Sin embargo, desde el sector dental en España, se recibe esta noticia con escepticismo.

El presidente del Consejo General de Dentistas de España, Óscar Castro, ha expresado dudas sobre las posibilidades reales de este fármaco, considerándolo más «ciencia ficción» que una realidad cercana. «Está bien que se investigue, pero no creo que veamos la regeneración de dientes vía fármaco en un futuro próximo», ha comentado.

Además, Castro plantea interrogantes sobre cómo el fármaco podría afectar el crecimiento dental dentro de la boca. «¿Quién dice que no van a salir piezas en partes de la boca que uno no quiere?», se pregunta. También ha pedido prudencia respecto al entusiasmo generado, destacando que «todavía tiene que pasar los ensayos clínicos, que determinarán si es seguro o no».

En Japón, el Hospital Universitario de Kioto comenzará las pruebas en septiembre de este año con hombres de entre 30 y 64 años. Si se confirma su seguridad, se procederá a una segunda fase con niños de dos a siete años con deficiencia dental congénita. Las pruebas previas en animales han sido prometedoras, logrando la generación de nuevos dientes en hurones.

El componente clave de este fármaco es la proteína USAG-1, que limita el crecimiento dental. Al bloquear esta proteína, los investigadores esperan inducir la aparición de nuevos dientes, lo que podría beneficiar a personas con condiciones como la anodoncia.

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