Es necesario informar a los padres de los niños que acuden a consulta que es importante controlar si sus hijos respiran por la boca, ya que esto podría tener consecuencias negativas en el desarrollo de la salud oral de los más pequeños de la casa. Por ejemplo, alteración del crecimiento de los maxilares, mordida abierta, dientes mal alineados, deshidratación oral y apnea del sueño.

La respiración a través de la nariz tiene una función de defensa. Cuando el aire ingresa por las fosas nasales, los vellos nasales actúan como filtro, deteniendo partículas de polvo, virus, bacterias y hongos antes de que puedan ingresar al organismo. Además, las fosas nasales calientan y humidifican el aire, evitando que entre demasiado frío. Este proceso estimula la producción de óxido nítrico, una sustancia que facilita la distribución y la absorción de oxígeno por los pulmones.

Por lo tanto, la  respiración bucal en niños puede darse por distintos motivos: como la rinitis alérgica, la sinusitis, la desviación del tabique nasal, infecciones respiratorias, vegetaciones o amígdalas excesivamente grandes, así como la hipotonía muscular. Por esta razón, si no son los padres los que detectan este problema, lo ideal es que el odontólogo recomiende a los padres llevar a su hijo al especialista en cuestión. De este modo, se podrían prevenir patologías en la transición a la fase adulta.

 

 

X